QUINTO REAL (IMPUESTO COLONIAL)


El Quinto Real 
(Impuesto colonial)

En el Virreinato del Perú existían centenares de minas particulares. La mayor parte eran minas de plata como Potosí o Caylloma. Los propietarios estaban obligados a pagar un impuesto llamado QUINTO REAL, pues se trataba de entregar a la Corona la quinta parte de los tesoros extraídos de los socavones.

El auge minero de fines del siglo XVI no duró por mucho tiempo, la minería empezó a decaer como consecuencia de la disminución de la calidad del metal, la carencia de azogue (mercurio) y la disminución de la fuerza laboral indígena, por los malos tratos a los que eran sometidos.

En el siglo XVIII, la Corona española se vio obligada a reducir el impuesto: de un quinto pasó a ser un décimo (DÉCIMO REAL). Esto permitió la reactivación del sector minero, que también fue favorecido, por la explotación de nuevas minas de plata (como Cerro de Pasco y Hualgáyoc) y la importación de modernas maquinarias.